Patria - una española en el kgb

Patria - una española en el kgb
Patria - una española en el kgb
África de las Heras fue la única española o español que alcanzó el grado de coronel del KGB durante los años de la guerra fría. África nació en Ceuta en 1909 en el seno de una familia militar. Por diferentes motivos, desde joven renegó de sus orígenes y abrazó la causa socialista y luego comunista. Ingresó en el PSUC y tuvo un puesto de responsabilidad en el Comité de Milicias y en las patrullas de control. En Barcelona, conoció a los principales dirigentes del PSUC como Gregorio y Antonio López Raimundo, Margarita Abril o Caridad y Ramón Mercader. Al igual que estos dos últimos, África fue captada por el NKVD (el antecesor del KGB) en Barcelona. Aunque este episodio de su biografía es bastante opaco, no existen dudas de su misión en México para recopilar información para cometer el asesinato de Trotsky.. Después de la capitulación alemana en 1945, África trabajó para el servicio de inteligencia exterior de la Unión Soviética. Lo hizo con varios seudónimos, aunque el más habitual en sus comunicaciones con el Centro, la sede del KGB en Moscú, fue el de Patria. Su primer destino fue París, donde África se hizo pasar por modista de alta costura. En la capital francesa se reencontró con algunos antiguos compañeros de partido. En París conoció al escritor uruguayo Felisberto Hernández. África, dotada de una belleza extraordinaria, captó pronto su atención. Para entonces, Moscú le encomendó la tarea de establecer y coordinar las actividades de los residentes ilegales (espías soviéticos sin vínculos con las embajadas de la URSS) en el cono sur latinoamericano. Cuando Hernández, un escritor conocido por su vehemencia anticomunista, le pidió que se casara con él y vivieran juntos en Uruguay, África ya había planeado la siguiente fase de su labor.. Se estableció en Montevideo, primero utilizando como tapadera para su labor un estudio de costura. Después se separó y montó un negocio de antigüedades. Con Valentino Marchetti, alto funcionario de la Internacional Comunista constituyó una de las células más activas del KGB en América del Sur durante casi dos décadas. De aquella época quedan sus contactos indirectos con el Ché Guevara y con Salvador Allende. África regresó a Moscú a finales de los años 60. Desde entonces, y hasta su muerte en 1988, entrenó a jóvenes agentes que iban a desempeñar misiones en el exterior. África de las Heras, Patria, María de la Sierra, Ivonne, María Luisa de las Heras, etc. Está enterrada en Moscú en el cementerio que la extinta Unión Soviética reservaba para sus héroes. De hecho, además de ser nombrada coronel, África fue condecorada en casi una decena de ocasiones. Su cuerpo reposa junto a la tumba de Ramón Mercader y muy cerca de la lápida de otro insigne agente soviético: el británico Kim Philby.
África de las Heras fue la única española o español que alcanzó el grado de coronel del KGB durante los años de la guerra fría. África nació en Ceuta en 1909 en el seno de una familia militar. Por diferentes motivos, desde joven renegó de sus orígenes y abrazó la causa socialista y luego comunista. Ingresó en el PSUC y tuvo un puesto de responsabilidad en el Comité de Milicias y en las patrullas de control. En Barcelona, conoció a los principales dirigentes del PSUC como Gregorio y Antonio López Raimundo, Margarita Abril o Caridad y Ramón Mercader. Al igual que estos dos últimos, África fue captada por el NKVD (el antecesor del KGB) en Barcelona. Aunque este episodio de su biografía es bastante opaco, no existen dudas de su misión en México para recopilar información para cometer el asesinato de Trotsky.. Después de la capitulación alemana en 1945, África trabajó para el servicio de inteligencia exterior de la Unión Soviética. Lo hizo con varios seudónimos, aunque el más habitual en sus comunicaciones con el Centro, la sede del KGB en Moscú, fue el de Patria. Su primer destino fue París, donde África se hizo pasar por modista de alta costura. En la capital francesa se reencontró con algunos antiguos compañeros de partido. En París conoció al escritor uruguayo Felisberto Hernández. África, dotada de una belleza extraordinaria, captó pronto su atención. Para entonces, Moscú le encomendó la tarea de establecer y coordinar las actividades de los residentes ilegales (espías soviéticos sin vínculos con las embajadas de la URSS) en el cono sur latinoamericano. Cuando Hernández, un escritor conocido por su vehemencia anticomunista, le pidió que se casara con él y vivieran juntos en Uruguay, África ya había planeado la siguiente fase de su labor.. Se estableció en Montevideo, primero utilizando como tapadera para su labor un estudio de costura. Después se separó y montó un negocio de antigüedades. Con Valentino Marchetti, alto funcionario de la Internacional Comunista constituyó una de las células más activas del KGB en América del Sur durante casi dos décadas. De aquella época quedan sus contactos indirectos con el Ché Guevara y con Salvador Allende. África regresó a Moscú a finales de los años 60. Desde entonces, y hasta su muerte en 1988, entrenó a jóvenes agentes que iban a desempeñar misiones en el exterior. África de las Heras, Patria, María de la Sierra, Ivonne, María Luisa de las Heras, etc. Está enterrada en Moscú en el cementerio que la extinta Unión Soviética reservaba para sus héroes. De hecho, además de ser nombrada coronel, África fue condecorada en casi una decena de ocasiones. Su cuerpo reposa junto a la tumba de Ramón Mercader y muy cerca de la lápida de otro insigne agente soviético: el británico Kim Philby.

19.90€

Sin existencias
Consultar
EAN: 9788483067635
Editorial: Debate Editorial